Índice
El plato: espacio de armonías y contrastes
Geometría y texturas: una combinación multisensorial
Los colores: armonía cromática en la presentación de los alimentos
Compartir comida en redes sociales: imágenes y recuerdos de infinita belleza
Emociones y comida: el poder de la percepción
El food styling se refiere a la práctica de preparar y presentar alimentos de manera estéticamente atractiva. Ya sea para fotografía, publicidad o como parte integral de la experiencia culinaria, el valor de esta práctica reside en la armonía de colores, texturas y formas, transformando un plato sencillo en una obra de arte visual. Los platos presentados de esta manera pueden evocar emociones profundas e involucrar los cinco sentidos, creando una experiencia gastronómica completa y multisensorial.
Incluso los chefs más reconocidos han comprendido la importancia del emplatado como una extensión vital de su arte culinario. Además de crear sabores exquisitos, se enfocan cada vez más en la sorprendente presentación de sus creaciones. Desde la colocación estratégica de ingredientes secundarios hasta la selección cuidadosa de texturas en las salsas, cada detalle está diseñado para satisfacer las necesidades sensoriales y emocionales de los comensales. Cada plato cuenta una historia, cada creación es un portal hacia el mundo gastronómico y la filosofía creativa del chef-artista.
El food styling estimula así la creatividad y la imaginación: a través de la vista, los platos cuentan historias, evocan sensaciones físicas y despiertan recuerdos del pasado. La percepción visual se convierte en un elemento crucial para quienes buscan transmitir conceptos y emociones a través de la comida. Mediante el arte del emplatado, las geometrías de los alimentos y el poder del color, se revoluciona la experiencia culinaria, dando vida a platos verdaderamente "emocionales".
Descubre qué aspectos considerar para crear un plato visualmente emocional.
El plato: espacio de armonías y contrastes
La mise en place abarca la disposición completa de la mesa, incluyendo textiles, vasos, vajilla, cubertería y elementos decorativos. Este conjunto se convierte en el "telón de fondo" culinario, el marco que enmarca el plato como una obra de arte. Al igual que un marco complementa una pintura, la puesta en plaza debe estar en perfecta sintonía con el entorno, así como con la estética y sensorialidad de los alimentos presentados.
Si la puesta en escena es el marco, el plato es el lienzo en blanco donde se despliegan infinitas posibilidades, esperando ser enriquecido con matices, líneas y composiciones de sabores. La elección de la forma del plato es crucial para realzar la presentación del alimento y ayudar al chef a contar la historia deseada.
En un plato de forma redonda, los alimentos se sitúan naturalmente en el centro, siguiendo las suaves líneas curvas del recipiente. Elegir un plato redondo es ideal para destacar un ingrediente principal, centrando la atención en él de manera armoniosa y elegante.
Por otro lado, un plato cuadrado ofrece la posibilidad de generar una clara división espacial. Ya sea en dos o cuatro partes, esta forma transmite una sensación de amplitud y equilibrio, permitiendo que se destaquen múltiples ingredientes. El plato cuadrado también invita a jugar con la disposición de los alimentos, creando una alternancia entre espacios llenos y vacíos, y generando un contraste visual de alto impacto.
Los platos rectangulares u ovalados, en cambio, permiten narrar cada fase de un viaje de degustación. Estas formas son ideales para presentar el plato como una historia, situando los ingredientes de manera que se consuman en un orden preciso, resaltando mejor su combinación gustativa.
Geometría y texturas: una combinación multisensorial
La forma de los ingredientes tiene el poder de evocar diversas emociones, desde la armonía hasta el asombro inesperado. Las geometrías que evocan figuras como círculos, espirales y óvalos suelen transmitir delicadeza y comodidad, mientras que aquellas basadas en rectángulos o triángulos generan un contraste visual intrigante. Las tendencias contemporáneas en la cocina exploran la combinación de geometrías opuestas y la práctica del "trompe l'oeil", donde los ingredientes comunes se transforman para imitar formas inesperadas. Esta ilusión visual convierte la comida en una fuente de asombro y sorpresa.
La textura, o consistencia, representa las sensaciones táctiles que el alimento ofrece durante su degustación. La suavidad, friabilidad, crocantez, blandura y viscosidad son algunos ejemplos de texturas que se pueden encontrar en un plato. Cada textura añade un interés visual y sensorial único: una salsa aterciopelada envuelve el paladar con su cremosidad, mientras que un elemento crujiente aporta audacia y dinamismo a la composición.
En la selección de texturas, la combinación estratégica es fundamental. Los contrastes entre diferentes consistencias pueden crear una experiencia gustativa única y cautivadora. Por ejemplo, al combinar un elemento suave con uno quebradizo, se genera un contraste envolvente de sensaciones que despierta sorpresa e interés durante la degustación.
Los colores: armonía cromática en la presentación de los alimentos
El color de un plato no solo es un elemento estético, sino también un potente catalizador de emociones y un factor clave en la percepción del sabor. El impacto del color en la percepción de los alimentos es profundo, ya que puede influir en la experiencia sensorial de manera significativa.
Para aprovechar al máximo el potencial de los colores en la presentación de los alimentos, es útil considerar la psicología del color, una disciplina que explora la relación entre los colores y las emociones humanas. Cada color tiene un significado y una conexión específica con áreas del cerebro que pueden evocar estados de ánimo particulares. Por ejemplo, los colores cálidos como el rojo, amarillo y naranja transmiten sensaciones de confort, placer y satisfacción, mientras que los colores fríos como el azul y el verde aportan frescura y ligereza.
Además, la percepción cromática puede influir en las expectativas sobre el sabor de los alimentos. La conexión entre el color y las asociaciones mentales inconscientes relacionadas con los alimentos cotidianos puede hacer que percibamos los sabores de manera diferente solo con la vista. Por ejemplo, un postre con tonos cálidos puede parecer más dulce que el mismo postre en un color más neutro, y un plato verde puede evocar una sensación de nutrición y coherencia con una dieta equilibrada.
En el emplatado, las combinaciones de colores juegan un papel crucial. Siguiendo los principios de la "Teoría del Color" de Johannes Itten, los colores se pueden coordinar según sus relaciones entre colores primarios (rojo, azul, amarillo) y secundarios (naranja, morado, verde). Un plato puede resultar vibrante gracias al contraste complementario entre colores como el rojo y el verde, o transmitir una sensación de delicadeza mediante una paleta armoniosa de tonos similares, como el amarillo y el naranja.
Al explotar el color y crear una armonía visual en los alimentos, se transforma la experiencia culinaria en un viaje multisensorial que involucra tanto el gusto como la vista. Esto enriquece el placer general de degustar y estimula la satisfacción de los cinco sentidos.
Compartir comida en redes sociales: imágenes y recuerdos de infinita belleza
Cuando un plato estéticamente atractivo se sirve en un restaurante, es común tomar fotografías detalladas para compartirlas en redes sociales. De manera similar, al organizar cenas íntimas en casa, buscamos que el emplatado de nuestros platos sea igualmente cautivador y digno de ser compartido. Esto no solo complace al paladar, sino también a la vista, transformando tanto restaurantes como hogares en auténticos museos culinarios. Aquí, el talento del chef se manifiesta en obras de arte que, inmortalizadas en imágenes, crean momentos gastronómicos memorables.
Para quienes desean alcanzar este objetivo, Unox Casa ha creado Cook Like a Chef, una plataforma digital conectada al horno inteligente que guía al usuario en cada etapa del proceso culinario. Desde la preparación asistida por un chef personal hasta la práctica de la composición visual, la plataforma proporciona apoyo en la creación de presentaciones emocionales que deslumbran a los invitados y elevan la experiencia de la comida.
Descubre por qué Cook Like a Chef es el asistente perfecto para impresionar a tus invitados
El arte de la presentación visual de los alimentos es una habilidad valiosa tanto para chefs profesionales como para entusiastas de la cocina casera que desean sorprender a sus invitados. A través de técnicas de diseño de alimentos, los platos adquieren un valor estético y emocional significativo. Cada presentación busca resaltar el poder evocador de la comida: al combinar las emociones positivas generadas por la vista y el gusto, una simple mirada futura a un plato puede evocar recuerdos entrañables del pasado.