Guía completa para crear la cocina de tu hogar

El diseño de una cocina puede abordarse tanto durante la construcción de una nueva vivienda como al renovar los espacios existentes. En ambos casos, la cocina es una de las áreas centrales de la casa, un lugar de socialización donde se pasan muchas horas y se realizan actividades diarias fundamentales. Diseñar tu cocina es, por tanto, una tarea esencial que requiere investigación, atención y dedicación, ya que un diseño inadecuado podría afectar negativamente tu vida diaria en este espacio.

¿Cuáles son los elementos fundamentales a considerar al diseñar la cocina de tu hogar?

En la fase inicial de planificación, una de las primeras decisiones a tomar es la ubicación de la cocina dentro de la vivienda, considerando tanto su orientación cardinal como su posicionamiento en relación con otros espacios de la casa.

Al elegir la ubicación de la cocina según la orientación cardinal, es importante tener en cuenta los principios de la bioarquitectura, que recomiendan orientar los espacios para recibir luz solar natural durante el mayor tiempo posible. Por ello, los expertos sugieren orientar la cocina hacia el sur, ya que es un espacio donde se pasa gran parte del tiempo y, por lo tanto, requiere una iluminación natural prolongada.

Dentro de la vivienda, la cocina puede diseñarse como un espacio separado y autónomo, convirtiéndose en una cocina-comedor, o bien integrarse en un ambiente adyacente, como el salón, creando un espacio abierto. Ambas opciones ofrecen distintas ventajas, por lo que la elección es muy personal y dependerá de varios factores, como la disponibilidad de espacio, la funcionalidad y las preferencias estéticas.

Una vez decidida la ubicación de la cocina dentro de la vivienda, es fundamental seleccionar su forma. Entre las configuraciones de cocina más comunes se encuentran:

• Cocina lineal: Se extiende a lo largo de una sola pared, ocupando un solo lado de la estancia. Es ideal para espacios estrechos y alargados o para cocinas de tamaño reducido.
• Cocina esquinera: Una de las formas más habituales, donde los elementos se disponen en forma de L o C a lo largo de las paredes, lo que aumenta el espacio de almacenamiento y de trabajo.
• Cocina con isla: Típica de grandes espacios abiertos, esta configuración incluye una isla central rodeada de módulos lineales. La isla actúa como una superficie de trabajo adicional y puede albergar algunos electrodomésticos.
• Cocina con península: Similar a la cocina con isla, pero con una península conectada a un módulo de cocina o a una de las paredes. Esta disposición extiende visualmente la composición.

La elección de la forma de la cocina está influenciada por el espacio disponible y debe considerar la funcionalidad deseada y la armonía con los ambientes circundantes.

Otra decisión crucial que impacta la vida cotidiana y culinaria es la distribución de las zonas funcionales según principios de eficiencia y ergonomía. Las zonas funcionales son grupos de elementos que cumplen una misma función, y en la cocina se dividen en tres:

• Zona de cocción: Incluye la vitrocerámica, el horno y/o el microondas.
• Zona de lavado: Compuesta por el fregadero y el lavavajillas.
• Zona de almacenaje: Donde se ubican el frigorífico y las despensas.

Estos tres elementos deben estar dispuestos de forma equilibrada, siguiendo la "Regla del Triángulo": consiste en organizar las tres zonas funcionales de manera que formen un triángulo imaginario. La suma de los tres lados del triángulo (es decir, la distancia entre las diferentes áreas funcionales) no debe exceder los 6 metros. Siguiendo esta regla, la cocina será ergonómica, facilitando los movimientos diarios, la preparación de comidas y el mantenimiento del orden en el espacio.

La ubicación de los electrodomésticos puede simplificarse siguiendo la regla del triángulo; sin embargo, diversos factores pueden influir en esta decisión dentro de la cocina. Es esencial considerar la presencia de conexiones eléctricas, de agua y de gas. Además, es importante prever un espacio adecuado delante de los aparatos para garantizar su pleno funcionamiento y libertad de movimiento, especialmente cuando están en uso.

Para algunos electrodomésticos, será necesario elegir entre diferentes tipos de instalación. Un ejemplo es la colocación del horno: los hornos domésticos tradicionales suelen estar "ocultos" en las bases de la cocina, a menudo debajo de la encimera. Sin embargo, los hornos profesionales más modernos para el hogar, como SuperOven, se consideran verdaderas obras de arte y suelen instalarse en una columna específica, lo que facilita su uso y evita que el usuario tenga que agacharse.

La instalación de un horno inteligente de este calibre puede realizarse de diferentes maneras: enrasado, integrado en la estructura de la cocina; en voladizo, sobresaliendo ligeramente de la estructura; o independiente, colocado libremente en el espacio de la cocina. Cada uno de estos métodos realza el producto, creando un punto focal elegante. La elección de la instalación dependerá, por tanto, del gusto estético y de la armonía de las líneas y volúmenes de la cocina.

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Tener en cuenta la eficiencia y funcionalidad del espacio de la cocina, a través de la ubicación de los electrodomésticos, la forma de la estructura y la organización de las áreas funcionales, es esencial para mejorar la experiencia diaria. Una cocina bien diseñada facilita las actividades, ofreciendo comodidad, practicidad y libertad de movimiento. Debe estar en sintonía con el estilo de vida de quienes la utilizan, satisfaciendo sus necesidades individuales y creando un entorno donde el placer de cocinar pueda disfrutarse plenamente.